*Ella*
Finalmente, volvió a su casa luego de un rato…después de lo
que había pasado, ya no tenía mucho ánimo de “disimular” su molestia, y menos
enfrente de Ignacio, quien se paseaba por la casa de su hermano, como si nada
hubiera pasado… Claro, él pensaba que todo terminaría como siempre, un simple
perdón, palabras bonitas, regalos…y esta vez, no sucedió así…esta vez, Pedro
volvió para revolucionarlo todo…revolucionarla a ella.
Llego a su departamento un poco cansada, ¿cansada de qué?,
de pensar y darle vueltas a lo mismo, ¿debería hablarle o no?...Fue recibida
cariñosamente por su mascota, esa bolita negra, llamada Moro, porque si, aunque
le dijeran lo contrario, era machito… Sonrió una y mil veces mientras recibía
cariño perruno, que hasta decidió llevarlo a la plaza, se lo merecía…y ella
también, necesitaba despejarse un poco. Le puso la correa y una vez en la
vereda, comenzaron a caminar hacia el gran espacio verde, que se hallaba a unas
pocas cuadras de su edificio. El día seguía siendo gris, pero el clima estaba
bastante soportable…Ni bien pisaron el césped, le quito a Moro su correa, y lo
dejo que fuera a hacer sus necesidades, mientras ella tomaba asiento y volcaba
sus pensamientos, nuevamente hacia Pedro…Sonrió al recordar sus pequeños piropos…su
sonrisa de costado. Su aroma…Suspiro, se sentía en la adolescencia nuevamente,
pero es que era casi lo mismo…cuando Pedro se escondía de Gonzalo para poder
estar cerca de ella, volvió a sonreír, y miro a su alrededor para divisar a
Moro; su sonrisa se borró automáticamente, ¿Dónde estaba?, se preguntó
preocupada…
Rápidamente se puso de pie, y comenzó a caminar al mismo
tiempo que miraba hacia todos lados, su
pulso estaba acelerado, gritaba su nombre y no había señales de él.
Levanto la vista una vez más y…se encontró con esa mirada,
Pedro estaba allí, ella se quedó helada, quieta en su lugar, y más helada aun
cuando el comenzó a acercarse…
-¿se te perdió algo?—le pregunto el, cuando estuvo a una
distancia razonable—
-Mi perro, no lo encuentro. Lo llamo y no viene—le respondió
ella, preocupada. Ella lo vio sonreír, y frunció el ceño-- ¿de qué te
reis?—pregunto ella, esta vez, molesta-
-De nada…solo que me parece que alguien lo encontró...a no ser que no sea Moro...—le dijo
y ella sintió el alma volver a su cuerpo—
-¿Quién? ¿Dónde?—pregunto rápidamente y él le tendió la mano
para que la agarrara. Y con miles de dudas, ella acepto, caminaron unos cortos
pasos hasta un enorme árbol, y pudo ver a Moro con una nena, sonrió…a su
mascota le encantaban los nenes-- ¡Moro! ¡te estaba buscando!—dijo ella,
llamando la atención del perro, quien luego de unos segundos, se acercó a ella—
-Pero tio, el es mi amigo—le dijo la pequeña a Pedro, Paula
lo miro-
-Piojito, te dije que tenia dueño—le dijo Pedro—
-Pero yo lo quiero—le dijo nuevamente—
-Si piojo, pero es de ella el perro—le dijo Pedro,
señalándola y la pequeña la miro rápidamente, lo único que hizo, fue sonreírle-
-él estaba jugando conmigo—le dijo a ella-
-Si…se escapó—le explico Paula-
-Piojo ella es Paula—La presento con, ¿su sobrina?, tenía
que serlo, porque le dijo tío, recordó ella—Paula, ella es Guillermina, mi
sobrina—le dijo Pedro, y cuando volvió a mirar a la nena, ella le estaba
sonriendo-
-¿Sos la novia de mi tío?—le pregunto sin pelos en la
lengua, pregunta que sorprendió a Paula, o mejor dicho, la tomo desprevenida-
-Eh no, no…soy una amiga de tu tío—le explico ella,
suavemente-
-Ah…porque sos muy linda—le dijo Guillermina, cosa que la
hizo sonreír-
-Muchas gracias Guille, vos también sos muy, muy linda—le
dijo ella, y giro su cabeza para ver a Pedro sonreír-
-¿Me dejas jugar con él, Paula?—le pregunto tiernamente, y
aunque quería salir corriendo lejos de Pedro, la pequeña la estaba mirando con
una carita a la que simplemente no podía responder “no”-
-Si, dale…Moro se llama—le dijo y ella sonrió-
-Moro, Moro, veni—lo llamo y el automáticamente corrió hacia
ella. Un silencio se instaló alrededor, y podía sentir a Pedro mirándola-
-Asi que…¿estas mejor?, digo, encontraste a tu perrito—Pedro
rompió el silencio—
-Eh si, si…me dio un susto enorme—respondió ella—
-Ah…que bueno—respondió el—
-si—dijo ella—es muy linda tu sobrina—dijo ella, tratando de
sacar un tema-
-Si, y habla hasta por los codos—dijo el, riendo—
-pero, ¿Qué edad tiene?, habla muy bien—pregunto ella-
-Cuatro recién cumplidos, habla perfecto—dijo el, orgulloso.
Ella sonrio-
-Mal—dijo ella, sonriendo. Ambos se sentaron en el césped y se
quedaron en silencio, esta vez, era uno incomodo, y minutos después, fue roto
por Pedro-
-No me dijiste que tenías novio…de lo contrario, ni siquiera
te hubiese invitado a salir—le dijo el, de repente, sintió la mirada de él, y
levanto la vista para encontrarse con ella-
-No tengo—respondió ella, casi en un susurro-
-¿Ignacio? ¿Qué es entonces?—le pregunto el—
-Mi ex –respondió ella, llevando la vista hacia los dedos de
sus manos que se entrelazaban con cierto nerviosismo—
-¿Tu hermano lo acepto?—pregunto el, y esa pregunta la
sorprendió—
-Al principio no…pero después lo tuvo que aceptar—le
contesto ella—
-Ah—respondió el, bajando la vista-
-¿ y vos? ¿tenes novia?—le pregunto, en parte por
curiosidad, en parte para sacar un tema-
-Tuve…pero no fue nada importante, simplemente…todavía no
encontré a alguien a quien quiera de verdad—le respondió, y ella largo un
suspiro-
-pero, ¿estuviste enamorado alguna vez?—le pregunto, y se
sorprendió por el rumbo que había tomado esta conversación-
-Si…una vez, pero ella nunca lo supo, nunca le dije cuanto la quería—le respondió—
-¿Por qué no?—pregunto ella, y lo miro-
-Porque había alguien que me lo impedía—le dijo-
-¿tenia novio?—preguntó ella-
-No…no exactamente—le dijo-
-Ah…¿puedo saber su nombre?—le pregunto y el solo la miro-
-Si…--dijo, y justo cuando iba a responderle llego
Guillermina con Moro, quien caminaba a su lado—
-Tio, tengo hambre—le dijo la pequeña-
-¿Te cansaste piojo?—pregunto el, con una sonrisa-
-Si…quiero ir con lala—le dijo la niña sonriendo-
-Ya nos vamos—le dijo el—
-Pau ¿puedo jugar con Moro otro dia?—le pregunto Guillermina
con una sonrisa-
-Por supuesto que sí, le tenes que decir a tu tío que te lleve a
visitarlo—le dijo guiñándole un ojo a la niña-
-¡si!—dijo ella, festejando-
-Bueno…nos vemos Pau, fue un gusto volver a encontrarte—le
dijo Pedro, mirándola-
-Igualmente Pedro—dijo y automáticamente él se acercó para
dejar un beso en la mejilla—Chau—le dijo, y tomando la mano de su sobrina, se
alejaron caminando. Dejándola boquiabierta…con el corazón acelerado—
¿Y si lo había visto, porque no le pidió disculpas?...Mas
confundida aun.
Buenas buenas...¿como andan?, espero que bien. Acá estoy
dejandoles el capitulo 9, que espero les guste y que por supuesto, porfis
COMENTEN.
Que tengan linda noche, y como siempre les pido que dejen
sus comentarios, me gusta mucho leerlas. asi que es lo único que quiero y ojala
sean MUCHOS MUCHOS♥
Besotes♥
Me imagine que iba a pasar otra cosa, me sorprendiste!!
ResponderEliminarQue se sigan hablando ahora! Tenemos una aliada, Guille ;)
Quiero mas mas mas...
Buenísimo,seguí subiendo!!!
ResponderEliminarQ lindo encuentro! Me da la idea q la enana y morito los van a seguir uniendo..mimiroxb
ResponderEliminarbuenisimo!!! Me encantaría que se venga una maratón de esta novela!!!
ResponderEliminarEspectacular este cap Belu!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuy buen capítulo! le iba a decir que era ella???
ResponderEliminarme encantoo,muy lindo .lastima que la sobrina los interrumpió besos rociibell23
ResponderEliminar